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| ACÁ CERQUITA. Palermo y su fauna local. |
Las efemérides pueden ser un excelente recurso para motivar la lectura en familia. En nuestro país, hoy se conmemora el Día del Animal, en homenaje al Doctor Ignacio Lucas Albarracín, creador de la Sociedad Argentina Protectora de los Animales.
Si hay algo que nos ha brindado la Literatura Infantil es una infinidad de historias en las que los animales son los protagonistas. Por eso, hoy les propongo dos favoritos para leer en familia.
Se trata de dos novelas cortas, que adoramos en casa. Ambos libros relatan las historias de mascotas bastante poco comunes. Si no los leyeron todavía, ¡se los recomiendo!
WALSH, María Elena. Dailan Kifki, Vicente López, Alfaguara, "Colección AlfaWalsh", 2009 (Ilustraciones de Sandra Lavandeira)
Contado con gracia desde su primer párrafo por la genial María Elena Walsh, esta historia relata las andanzas de una joven que recibe -por sorpresa- el mandato de cuidar a un elefante. Pero no a cualquier elefante. A uno de buen corazón, trabajador y cariñoso, al que le gustan con locura la sopita de avena y los dibujos animados. Toda la familia de la protagonista y unas cuantas personas más, se ven involucradas en los disparatados enredos causados por esta particular mascota. De verdad, créanme, un libro para divertirse y pasarla bien en familia.
BORNEMANN, Elsa. ¡Nada de tucanes!, Montevideo, Alfaguara, 2010 (Ilustraciones de María Rojas)
Descubrimos este libro luego de un viaje a Iguazú (Misiones) en 2010. Tan fascinados quedamos tras esa visita a la provincia de la tierra colorada, que disfrutamos cada detalle de la historia escrita por Elsa Bornemann. En esta novela corta, un niño misionero -llamado Tilo- encuentra a un tucán herido, en una caminata dominguera cerca de las Cataratas. A partir de ese rescate, el pequeño comienza a tejer un vínculo estrecho con el animal, al que bautiza con el nombre “Boneco”. Las cosas se complican cuando Tilo es invitado a pasar sus vacaciones en Buenos Aires y decide viajar a la ciudad con su nueva “mascota”.
Por último, para los amantes de los gatos, acá les dejo -de yapa- un poema de Elsa Bornemann. Dedicado, en este día, a nuestra gatita Tigresa.
SI NO EXISTIERAN LOS GATOS
Si no existieran los gatos...
¿quién maullaría?
¿quién maullaría?
Las llamitas de sus ojos
-soles enanos-
¿quién las tendría?
Acaso al abrir un cofre
forrado en luna
yo encontraría
la triste quena gatuna
con sus sonidos
de hechicería...
Si no existieran los gatos
con acuarelas
los pintaría
y sus miau con mis violines
sobre las noches
inventaría.
Elsa Isabel Bornemann
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